por Nicole M. Young, MSW
La rutina de regreso a clases será agridulce para mí este año. Estoy emocionada por mis hijos, quienes van a cursar su último año en la preparatoria y la universidad este año escolar con clases y actividades en persona. Ellos están entusiasmados por volver a una rutina más “normal”, pero también vacilan en regresar a un día escolar normal (es decir, más temprano, sin piyamas) y entornos más concurridos y atestados. En cuanto a mí, no voy a extrañar los platos sucios extra y el internet inestable durante reuniones de Zoom, pero extrañaré su presencia durante el día y atesoraré el tiempo extra que pasamos juntos.
Este articulo mensual provee consejos para familias criando niños, basado en el programa mundialmente reconocido, el Programa de Crianza Positiva (Triple P), disponible para familias en el Condado de Santa Cruz. Si usted tiene una pregunta o una idea para un artículo en el futuro, favor de enviar un correo electrónico a triplep@first5scc.org.
Estimada Nicole,
Mis nietos de 7 y 12 años de edad viven con mi pareja y conmigo, y todos estamos nerviosos y emocionados por el comienzo de la escuela. Regresar a la escuela en persona será una gran transición para ellos, y ha pasado mucho tiempo desde que hicimos “lo de padres”. ¿Tiene usted algunos consejos para ayudar a prepararnos para el nuevo año escolar?
- Damián
Estimado Damián,
El comienzo del año escolar puede ser desafiante aun en el mejor de los casos, y es probable que las emociones se intensifiquen este año debido a las maneras en que COVID ha impactado la vida diaria. Estos son algunos consejos que puede probar:
Hablar sobre volver a la escuela. Pregúntele a cada niño lo que está anticipando con gusto, qué cree que será diferente debido a COVID, y si tiene preguntas o preocupaciones por algo. Hágales saber que, por lo pronto, se requiere que los estudiantes usen mascarillas en el interior en la escuela para ayudar a mantener a todos saludables, pero esto no durará para siempre.
Reconozca y acepte los sentimientos de ellos, y anímelos a decir más (“Entiendo por qué podrías sentirte así. ¿Me puedes contar más sobre…?”). Pregunte cuáles apoyos serían útiles, y luego escuche las respuestas de ellos. Espere para ofrecer sus ideas hasta que pidan ayuda para que puedan expresar sus necesidades y utilizar sus habilidades de resolución de problemas.
Apoye las conexiones sociales. Si sus nietos están nerviosos por reestablecer amistades, ayúdelos a identificar los pasos que podrían tomar ahora para sentirse conectados con sus compañeros cuando comience la escuela. Esto podría incluir reunirse en persona (dependiendo de lo que se sienta seguro o cómodo para su familia), o reconectar por medio de textos, teléfono o videollamadas. Si esto les parece abrumante, sugiérales que empiecen con 1 o 2 amigos. Después ayúdelos a desarrollar un plan para el primer día de la escuela – es decir, con quién van a pasar el rato en el recreo o los descansos y comer el almuerzo – lo que puede ayudar a reducir la ansiedad sobre los aspectos sociales de la escuela.
Restablezca las rutinas. Gradualmente regrese a las rutinas 1-2 semanas antes de que comience la escuela. Hable sobre cómo eran las rutinas diarias el año pasado, luego hable sobre lo que será diferente este año. Por ejemplo, si el horario en persona comienza más temprano que el horario de aprendizaje a distancia, es posible que la hora de despertarse y la hora de dormir quizás deban ser más tempranas. O bien, prepararse y llegar a la escuela tomará más tiempo que prender la computadora, y por consiguiente tendrán que ajustar las rutinas de la mañana. Si es necesario, fije una “hora límite” para las pantallas – la hora en la que se tienen que apagar los dispositivos electrónicos cada noche. Identifique las cosas que usted y ellos pueden hacer cada noche para facilitar las mañanas, como aprontar la ropa, empacar las mochilas, o preparar los almuerzos.
También pregunte sobre las rutinas que comenzaron durante COVID y quieren continuar, como salir a caminar en familia, tomar una pausa para actividad física, o hacer ejercicios de atención plena. Y luego haga (o ayude a) cada niño escribir o dibujar los pasos y los horarios de sus rutinas semanales y póngalas en un lugar visible.
Practique las rutinas. Cada día, haga que se despierten y se vayan a dormir un poco más temprano, comenzando por lo menos una semana antes de que empiece la escuela. Haga que sigan la rutina de la mañana (aun no van a ningún lado) y la rutina de dormir de modo que esto les resulte conocido una vez que empiece la escuela. Pídales que miren sus rutinas – “¿Cuál es el primer paso? ¿Qué sigue?” – y dé ánimo y reconocimiento descriptivo -- ¡Hiciste un gran trabajo levantándote a tiempo. Sigue adelante!”
Reflexiones finales: Hacer la transición del verano al año escolar puede ser difícil, aun sin una pandemia. Prepararse para la transición ayudará a todos a ajustarse a las rutinas anteriores y las nuevas, que le ayudarán a los niños a tener una actitud y experiencia de aprendizaje positiva durante todo el año.
Nicole Young es la madre de dos jóvenes, de 17 y 21 años, quien también administra el Programa de Crianza Positiva (Triple P) del Condado de Santa Cruz. Científicamente comprobado, Triple P está disponible localmente por medio de los Primeros 5 Condado de Santa Cruz, la Agencia de Servicios de Salud del Condado de Santa Cruz (Ley de Servicios de Salud Mental) y el Departamento de Servicios Humanos del Condado de Santa Cruz. Para encontrar una clase para padres o proveedores de Triple P, visite http://triplep.first5scc.org, www.facebook.com/triplepscc o comuníquese con los Primeros 5 Santa Cruz County al (831) 465-2217 o triplep@first5scc.org.
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