Ha llegado el nuevo año escolar, junto con un montón de sentimientos enredados y complicados. Muchos niños (y sus padres exhaustos) están entusiasmados por volver al aprendizaje en persona, pero el aumento reciente en los casos de COVID también ha reanudado las preocupaciones sobre el riesgo de ser expuesto e infección. Muchas personas están agotadas de la “montaña rusa” emocional del último año y medio, y el viaje aún no ha terminado. Por lo tanto, a medida que nos acostumbramos al nuevo año escolar, recordemos de cuidar el bienestar tanto físico como emocional de nuestros niños, nosotros mismos y el personal escolar. Este articulo mensual provee consejos para familias criando niños, basado en el programa mundialmente reconocido, el Programa de Crianza Positiva (Triple P), disponible para familias en el Condado de Santa Cruz. Si usted tiene una pregunta o una idea para un artículo en el futuro, favor de enviar un correo electrónico a triplep@first5scc.org. Estimada Nicole, La escuela acaba de comenzar y ha sido duro para mis hijos en kínder, tercer y quinto grado. Están emocionados de estar con sus amigos, pero también ha sido difícil para ellos. Ya hemos tenido algunos berrinches grandes, y es como un efecto dominó. Cuando uno de los niños empieza a alterarse, los otros dos empiezan a lloriquear, quejarse o discutir. Nunca para. Mi pareja y yo estamos tan agotados que es difícil tener paciencia con ellos. ¡Ayúdenos! - Lukas Estimado Lukas, Hay varias estrategias de crianza positiva que podrían ser útiles en esta situación. Estos son algunos consejos que puede probar: Normalice las emociones grandes. Muchos niños experimentan una combinación de emociones al principio del año escolar – sentirse felices, emocionados, seguros, preocupados, nerviosos, abrumados, y más. Las emociones de los niños puedan estar elevadas este año cuando regresen a las clases en persona después de más de un año de aprendizaje a distancia, en medio de las continuas preocupaciones sobre COVID. Los niños se están adaptando a las nuevas rutinas y expectativas escolares, al mismo tiempo que intentan navegar por las amistades y las “reglas sociales” en la escuela. Esto puede ser estresante por varias razones. Algunos niños pueden estar entusiasmados por las interacciones en persona pero aún pueden experimentar dificultades, sobre todo si asistían a una escuela diferente antes de la pandemia o si han tenido un contacto mínimo con sus compañeros. Otros niños pueden haber experimentado menos ansiedad social o les agradó tener más flexibilidad durante el aprendizaje a distancia, y les puede resultar difícil otra vez estar rodeado por muchas personas en entornos activos y sobreestimulantes. Y es posible que algunos niños no tengan inquietudes sobre la escuela en persona, pero el aumento repentino en las interacciones sociales les puede dejar emocionalmente agotados. Vuelva a lo básico. A veces, los niños solo necesitan tiempo y espacio para sentir sus emociones y acostumbrarse a sus rutinas y relaciones. Los adultos les pueden ayudar al volver a lo básico de la crianza positiva: pasar tiempo de calidad juntos, hablar, y dar afecto y atención. Dele su atención plena y enfocada a cada niño por períodos breves pero frecuentes de tiempo de calidad. Hable con ellos antes y después de la escuela, durante las comidas y a la hora de dormir. Estas pueden ser conversaciones cotidianas sobre cosas que les interesan a ellos, hablar sobre sus sentimientos y experiencias, o algo entre medio. Escuche las inquietudes o sentimientos que comparten, y reconozca lo que están experimentando – “Eso suena difícil,” o “Está bien sentirte así.” Deles afecto y atención para asegurarles que usted los quiere y los apoya. Durante momentos de calma, enséñeles técnicas de relajación como la respiración profunda, yoga, o frases de afirmación para que puedan usar estas herramientas cuando sienten emociones fuertes. Ayude a los niños a resolver problemas. Si sus hijos comparten una inquietud, resista la tentación de resolverla por ellos. En su lugar, pregunte qué creen que podría ayudar y si tienen ideas sobre qué hacer. Si quieren su ayuda, ayúdeles a definir “el problema” – p.ej., no comprenden lo que su maestra está enseñando, o tienen dificultad en formar amistades. Pídales que hagan una lluvia de ideas sobre lo que podrían hacer y ayúdelos a pensar sobre los pros y los contras de cada opción. Anímelos a elegir una idea para probar, luego haga preguntas como, “¿Qué podrías hacer primero?”, “¿Qué dirías?”, o “¿Cuándo podrías probar eso?” para ayudarles a desarrollar un plan concreto. Haga que prueben su plan y luego verifique periódicamente qué funcionó bien, qué pudo haber funcionado mejor, y si quieren intentar otra idea. Este proceso ayuda a los niños a desarrollar habilidades de resolución de problemas que pueden usar en cualquier situación durante toda la vida. Reflexiones finales: A medida que usted apoya la salud emocional de sus hijos, recuerde de cuidar de su propio bienestar físico, mental, y emocional. Haga algo que le ayude descansar, recobrarse, y ser un padre calmado, paciente, y positivo.
Nicole Young es la madre de dos jóvenes, de 17 y 21 años, quien también administra el Programa de Crianza Positiva (Triple P) del Condado de Santa Cruz. Científicamente comprobado, Triple P está disponible localmente por medio de los Primeros 5 Condado de Santa Cruz, la Agencia de Servicios de Salud del Condado de Santa Cruz (Ley de Servicios de Salud Mental) y el Departamento de Servicios Humanos del Condado de Santa Cruz. Para encontrar una clase para padres o proveedores de Triple P, visite http://triplep.first5scc.org, www.facebook.com/triplepscc o comuníquese con los Primeros 5 Santa Cruz County al (831) 465-2217 o triplep@first5scc.org.
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